El jugador brasileño Daniel Alves fue condenado por la Audiencia de Barcelona por agresión sexual y estuvo encarcelado en esa ciudad catalana durante más de un año.
Ante un recurso interpuesto por la defensa, 3 jueces y un juez del Tribunal de Justicia de Cataluña absolvieron por unanimidad a Daniel Alves del cargo por el que fue condenado en primera instancia.
El Estado y la justicia española deben ser más cuidadosos y rigurosos con los delitos de racismo y falsedad respaldados por acusaciones de delitos sexuales. Los países democráticos desarrollados no pueden aceptar el racismo y las acusaciones falsas. Sólo países con gente mediocre y dañina y con bajos estándares socioculturales viven con estas desigualdades. Y ahora, ¿cómo compensar las pérdidas para la sociedad y para el jugador?
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